El otro día vi una entrevista al cantante Manuel Carrasco.

Siempre me cayó bien ese tipo, me transmitía ya cuando pasó por Operación Triunfo.

Ahora llena estadios como si no hubiera un mañana.

Me gusta su música.

Me gusta su energía.

El caso es que en un momento de la entrevista le preguntaron qué se sentía cuando llenabas el estadio de la Cartuja con más de 75.000 personas.

Ahí primero tomó aire, se secó el sudor, y empezó.

Empezó recordando su infancia en un barrio de pescadores.

De cómo cantaba falsetas en algunos bares.

De cómo entró en Operación Triunfo.

De lo que parecía un éxito a un tremendo fracaso.

De cómo siguió trabajando, poco a poco, como una hormiguita.

De cómo fue a un concierto como oyente a la Cartuja, y el vigilante de seguridad le dijo:

Luego siguió trabajando contra sus dudas, contra sus inseguridades, contra los fracasos.

Y al final…

Lo llenó.

Llenó el estadio de la Cartuja con gente que estaba allí solo para escucharlo a él y su música.

Creo que ya sabes por qué Manuel llegó a donde llegó, pero te lo resumo por si acaso:

– Trabajo a largo plazo sin pensar en el éxito inmediato.

– Dar, y dar, y dar, sin esperar nada a cambio.

– Tener una pasión muy fuerte y darlo todo por ella.

– Ser uno mismo. Siempre ser uno mismo y no imitar a nadie. La gente no quiere ver copias, quiere ver originales.

Así sí, puedes conseguir eso que quieres.

A lo mejor no lo consigues, pero poder puedes.

Si tienes una pasión muy fuerte por los perros pero no sabes muy bien cómo poner orden a todo eso para vivir de ello, envío un email al día hablando de marketing, ventas y estrategia para negocios caninos.

Tampoco sé si vas a poder sacarle partido a todo eso, porque va a depender de muchos factores, mayormente de ti.

Pero poder, puedes.

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